Doris Zemurray Stone fue una de las pioneras en la investigación arqueológica y étnica en Honduras. Nació en Nueva Orleans. Su padre tenía vínculos de trabajo en Honduras, razón por la que Doris visitaba el país continuamente. De esta manera nace su interés por la cultura hondureña, que con el transcurso de los años se convierte en una pasión que dejó importantes legados científicos invaluables para la historia hondureña.
Entre estos valiosísimos aportes a la arqueología
hondureña se encuentra el libro “Estampas de Honduras” que es el fruto de
exhaustivos estudios etnográficos y etnohistóricos efectuados a lo largo y
ancho del territorio hondureño y centroamericano. Estas investigaciones han
venido a reconstruir la historia de nuestro país, fortaleciendo la identidad
nacional e inyectando un sentido de pertenencia y amor a la patria en el
lector.
Esta obra fusiona armoniosamente el análisis
científico de los certeros datos arrojados en el transcurso de varias décadas
de acuciosos estudios investigativos juntos con el fascinante toque
poético que denota el profundo vínculo emocional que poseía la doctora Stone
por la cultura latinoamericana. Y ese amor por ésta patria queda plasmado en
cada párrafo del libro al ensalzar las virtudes inmaculadas de la tierra
nuestra, vista desde un ángulo prometedor y lleno de esperanzas.
La autora divide su obra en cuatro capítulos.
Cada capítulo habla sobre cada una de las antiguas divisiones geográficas
existentes en el país en la época de la colonia. Relata de una forma
integral los acontecimientos ocurridos durante la conquista, desde la llegada
de los españoles a las Islas de la Bahía, continuando su trayectoria por las
antiguas provincias de Taguzgalpa, Chorotega y Comayagua.
Cada capítulo narra el comportamiento de los
conquistadores en su llegada a cada zona del país; sus desmesuradas ansias de
poder y descontrolados afanes de riquezas. Sin embargo, brinda también una
pintoresca y llamativa imagen sobre cómo eran los grupos indígenas que
habitaban nuestro territorio en la época prehispánica y sus transformaciones
con la llegada de los españoles.
A medida que el relato prosigue, va alimentando
la imaginación del lector, transportándole a través del tiempo y el espacio,
hasta aquellas épocas de la historia nuestra, provocando una sed interior por
conocer más sobre los valores ancestrales que se encuentran ocultos de nuestros
ojos, como si estuviéramos intoxicados por los patrones ajenos a nuestra
realidad. Por la forma en que globaliza la información científica junto
con la poesía narrativa, se puede considerar ésta obra como un patrimonio nacional,
pues produce en el lector un despertar cultural que seguro le hará emprender
una búsqueda mayor de conocimientos etnohistóricos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario