En su obra Arnoldo Kraus aborda
básicamente dos posturas antagónicas en relación al fenómeno del suicidio. La
primera descalifica rotundamente dicho acto sin miramientos de ningún tipo
hacia las circunstancias que del lugar al mismo. La segunda otorga supremacía a
la autonomía y libertad de cada individuo sobre su propia vida sin tomar en
cuenta consideración moral alguna. Para apreciar la diversidad de pensamiento
en torno al suicidio Kraus cita diez apartados que contienen los criterios de
importantes filósofos en la historia, publicaciones destacadas y testimonios.
No obstante, en medio
de la controversia y pluralidad de pensamiento generados por este hecho, se ven
muy marcados dos enfoques: el religioso y el laico. Arnoldo Kraus adopta una
postura abierta y de aceptación con respecto al suicidio, ya que contempla a
cada individuo como el único dueño de su propio ser, vida y por tanto muerte,
hecho que debería ser respetado por terceros.
Por otro lado, si se ha
de aprobar el suicidio bajo estas premisas, cabe considerar que este hecho
atenta contra la moral en el momento que su efecto ocasione daños directos o
indirectos a terceros y demás, puesto que, si bien es cierto que la autonomía
es individual, también deberán serlo todas y cada una de las consecuencias
legadas por un suicida. En materia de controversia, expone Krauss, la
existencia de grandes similitudes entre el suicidio y otros temas
controversiales como la eutanasia, el aborto, donación de órganos, etc.
En medio de tales
debates se libran colosales batallas de intereses, en su mayoría por parte de
la industria medica, ya que si mayor numero de prospectos dictaminados con
alguna enfermedad terminal deciden acabar con la vida, por ende abandonaran el
tratamiento medico, y esta acción de forma masiva causaría perdidas
significantes para las prestigiosas droguerías y demás implicados en el rubro
médico.
A pesar de todo estudio realizado, investigaciones y diversidad de opiniones en torno al tema del suicidio, este sí debería ser tomado como una opción, pero con restricciones estrictas que lo avalen, pues si bien en cierto que cada individuo es dueño de si mismo, también lo es que el ser humano es social, esta interrelacionado con otros, y en estas relaciones de interdependencia unos se ven afectados por las decisiones de otros.
A pesar de todo estudio realizado, investigaciones y diversidad de opiniones en torno al tema del suicidio, este sí debería ser tomado como una opción, pero con restricciones estrictas que lo avalen, pues si bien en cierto que cada individuo es dueño de si mismo, también lo es que el ser humano es social, esta interrelacionado con otros, y en estas relaciones de interdependencia unos se ven afectados por las decisiones de otros.
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