Contexto
|
Nikolai Vasílievich Gógol nació en Soróchintsi,
en la provincia ucraniana de Poltava, en marzo de 1809. De modo general, se
suele indicar que Gógol, es decir, su obra, ejemplifica el paso, en la
literatura rusa, del romanticismo al realismo. Como toda generalización, debe
entenderse la afirmación anterior con sus restricciones ya que si se
contempla el panorama de las letras rusas durante el siglo XIX, no cabe duda
de que los escritos del autor de La nariz conllevan un punto de inflexión
entre los tonos lírico-románticos del gran Pushkin y las narraciones
netamente realistas de Tolstoi o Dostoievski. Bajo el título de Novelas
petersburguesas agrupó Gógol cinco cuentos, entre ellos Diario de un loco
(también conocido como Apuntes de un loco) y La nariz. Tienen en común como
fondo social y físico la ciudad de San Petersburgo, actual Leningrado, y
constituyen junto con Las Almas muertas, la cumbre de la narrativa gogoliana.
|
Movimiento literario
|
Realismo
|
Género
|
Novela
|
Resumen y secuencias
|
|
Secuencia I
|
El barbero Iván Yákovlevich encuentra la nariz
del asesor colegiado Kovaliov. Trata de deshacerse de ella y lo agarra un
oficial de la policía junto con la nariz que había lanzado al río.
|
Secuencia II
|
Kovaliov se levanta por la mañana y se encuentra
con la garrafal sorpresa de que le hace falta su nariz. Sale a la calle
ofuscado a la busca infructuosa de su nariz.
|
Secuencia III
|
Kovaliov encuentra su nariz en una iglesia,
vestida como un alto funcionario del gobierno. La sigue y la enfrenta, pero
ésta niega conocerlo. La nariz sale del lugar en su carruaje pero Kovaliov le
pierde la pista.
|
Secuencia IV
|
Kovaliov reinicia la búsqueda de su nariz. Se
dirige infructuosamente hasta la policía y a un periódico local, y regresa a
su casa por la noche.
|
Secuencia V
|
El oficial de policía que había agarrado al
barbero Iván Yákovlevich llega a la casa de Kovaliov y le entrega la nariz
extraviada.
|
Secuencia VI
|
Kovaliov intenta pegarse la nariz en la cara de
nuevo. Al verse imposibilitado llama a un médico quien no le resuelve el
problema. Creyendo aquel extraño suceso obra de hechicería le escribe una
carta a la señora Alexandra Grigórnievna atribuyéndole su despropósito. Ella
le responde ignorante de todo lo acontecido. Mientras tanto en la comunidad
se difunde el rumor de la nariz del mayor.
|
Secuencia VII
|
Un día Kovaliov se despierta y con gran alegría
descubre que la nariz se encuentra nuevamente en su sitio y su vida continúa
normal como si nada de aquello hubiese sucedido.
|
Tema
|
Política y sociedad
|
Personajes
|
|
Protagonista
|
La nariz
|
Principales
|
Kovaliov
|
Secundarios
|
Iván Yákovlevich, Praskovia Osipovna, el policía,
el encargado del periódico
|
sábado, 24 de marzo de 2012
Análisis secuencial
La Nariz de Gógol
El suidicio
En su obra Arnoldo Kraus aborda
básicamente dos posturas antagónicas en relación al fenómeno del suicidio. La
primera descalifica rotundamente dicho acto sin miramientos de ningún tipo
hacia las circunstancias que del lugar al mismo. La segunda otorga supremacía a
la autonomía y libertad de cada individuo sobre su propia vida sin tomar en
cuenta consideración moral alguna. Para apreciar la diversidad de pensamiento
en torno al suicidio Kraus cita diez apartados que contienen los criterios de
importantes filósofos en la historia, publicaciones destacadas y testimonios.
No obstante, en medio
de la controversia y pluralidad de pensamiento generados por este hecho, se ven
muy marcados dos enfoques: el religioso y el laico. Arnoldo Kraus adopta una
postura abierta y de aceptación con respecto al suicidio, ya que contempla a
cada individuo como el único dueño de su propio ser, vida y por tanto muerte,
hecho que debería ser respetado por terceros.
Por otro lado, si se ha
de aprobar el suicidio bajo estas premisas, cabe considerar que este hecho
atenta contra la moral en el momento que su efecto ocasione daños directos o
indirectos a terceros y demás, puesto que, si bien es cierto que la autonomía
es individual, también deberán serlo todas y cada una de las consecuencias
legadas por un suicida. En materia de controversia, expone Krauss, la
existencia de grandes similitudes entre el suicidio y otros temas
controversiales como la eutanasia, el aborto, donación de órganos, etc.
En medio de tales
debates se libran colosales batallas de intereses, en su mayoría por parte de
la industria medica, ya que si mayor numero de prospectos dictaminados con
alguna enfermedad terminal deciden acabar con la vida, por ende abandonaran el
tratamiento medico, y esta acción de forma masiva causaría perdidas
significantes para las prestigiosas droguerías y demás implicados en el rubro
médico.
A pesar de todo estudio realizado, investigaciones y diversidad de opiniones en torno al tema del suicidio, este sí debería ser tomado como una opción, pero con restricciones estrictas que lo avalen, pues si bien en cierto que cada individuo es dueño de si mismo, también lo es que el ser humano es social, esta interrelacionado con otros, y en estas relaciones de interdependencia unos se ven afectados por las decisiones de otros.
A pesar de todo estudio realizado, investigaciones y diversidad de opiniones en torno al tema del suicidio, este sí debería ser tomado como una opción, pero con restricciones estrictas que lo avalen, pues si bien en cierto que cada individuo es dueño de si mismo, también lo es que el ser humano es social, esta interrelacionado con otros, y en estas relaciones de interdependencia unos se ven afectados por las decisiones de otros.
La educación superior
En su obra el señor
Gabriel Zaid aborda dos dilemas de suma importancia a nivel global: los altos
costos de la educación superior y la productividad que aportan dichos
conocimientos a la sociedad.
Al mirar hacia el
pasado se nota claramente que la educación universitaria ha sido un privilegio
desde sus orígenes, ya que solo los aristócratas tenían la capacidad económica
para costearla. Luego comienzan las primeras acciones encaminadas hacia su
democratización: la educación ya no se recibía en casa, si no en determinado
lugar compartido por varios estudiantes, y la contratación de maestros y
bedeles. Con el tiempo los bedeles toman la administración de los centros
educativos y comienzan a elaborar canastas con las diferentes asignaturas que
debían cursar los estudiantes para recibir su título. De ésta manera se ha ido
manejando hasta llegar a las universidades actuales.
Hoy día existe un
incremento significativo en la población estudiantil. La mayoría de éstos
movidos por un anhelo de mejorar su calidad de vida, y otros por el mero
apetito del saber. Lo cierto es que las universidades públicas no se dan abasto
ante los innumerables alumnos que pretenden obtener un título a nivel superior.
Como diría la gente de antaño “no hay cama pa’ tanta gente” pues no existen las
condiciones para que cada individuo de determinada población pueda recibir el
pan del saber, y las universidades privadas solo pueden ser costeadas por
personas con altos recursos económicos ó con un sacrificio exorbitante
realizado por el mismo alumno, trabajando y estudiando simultáneamente.
Como consecuencia
lógica de la educación se encuentra la productividad. Pero ¿Serán todos los
egresados universitarios capaces de producir los bienes necesarios para el
desarrollo y el progreso científico de una sociedad? Obviamente no, y esto,
según Zaid es debido a la democratización de la educación superior, ya que es
accesible para todos en vez de serlo para quienes realmente tengan una genuina
vocación e interés en una rama determinada. Aunque existiesen las facilidades
para hacer llegar la educación superior a cada miembro de una sociedad, no
todos encontrarían oportunidades de empleo en su área dentro del mercado
laboral. De ahí su frase más reveladora en éste ensayo: No se puede privilegiar
a todos sin hacer que el privilegio deje de ser un privilegio.
Estampas de Honduras
Doris Zemurray Stone fue una de las pioneras en la investigación arqueológica y étnica en Honduras. Nació en Nueva Orleans. Su padre tenía vínculos de trabajo en Honduras, razón por la que Doris visitaba el país continuamente. De esta manera nace su interés por la cultura hondureña, que con el transcurso de los años se convierte en una pasión que dejó importantes legados científicos invaluables para la historia hondureña.
Entre estos valiosísimos aportes a la arqueología
hondureña se encuentra el libro “Estampas de Honduras” que es el fruto de
exhaustivos estudios etnográficos y etnohistóricos efectuados a lo largo y
ancho del territorio hondureño y centroamericano. Estas investigaciones han
venido a reconstruir la historia de nuestro país, fortaleciendo la identidad
nacional e inyectando un sentido de pertenencia y amor a la patria en el
lector.
Esta obra fusiona armoniosamente el análisis
científico de los certeros datos arrojados en el transcurso de varias décadas
de acuciosos estudios investigativos juntos con el fascinante toque
poético que denota el profundo vínculo emocional que poseía la doctora Stone
por la cultura latinoamericana. Y ese amor por ésta patria queda plasmado en
cada párrafo del libro al ensalzar las virtudes inmaculadas de la tierra
nuestra, vista desde un ángulo prometedor y lleno de esperanzas.
La autora divide su obra en cuatro capítulos.
Cada capítulo habla sobre cada una de las antiguas divisiones geográficas
existentes en el país en la época de la colonia. Relata de una forma
integral los acontecimientos ocurridos durante la conquista, desde la llegada
de los españoles a las Islas de la Bahía, continuando su trayectoria por las
antiguas provincias de Taguzgalpa, Chorotega y Comayagua.
Cada capítulo narra el comportamiento de los
conquistadores en su llegada a cada zona del país; sus desmesuradas ansias de
poder y descontrolados afanes de riquezas. Sin embargo, brinda también una
pintoresca y llamativa imagen sobre cómo eran los grupos indígenas que
habitaban nuestro territorio en la época prehispánica y sus transformaciones
con la llegada de los españoles.
A medida que el relato prosigue, va alimentando
la imaginación del lector, transportándole a través del tiempo y el espacio,
hasta aquellas épocas de la historia nuestra, provocando una sed interior por
conocer más sobre los valores ancestrales que se encuentran ocultos de nuestros
ojos, como si estuviéramos intoxicados por los patrones ajenos a nuestra
realidad. Por la forma en que globaliza la información científica junto
con la poesía narrativa, se puede considerar ésta obra como un patrimonio nacional,
pues produce en el lector un despertar cultural que seguro le hará emprender
una búsqueda mayor de conocimientos etnohistóricos.
domingo, 4 de marzo de 2012
Crónicas chilenas
La Araucana: un contraste de mundos
La Araucana es un texto fundacional de la identidad chilena y de la cultura mapuche. Fue redactado por el señor Alonso de Ercilla y Zuñiga durante su estadía en Chile por motivos de conquista. Para la plena comprensión del contraste entre la perspectiva del conquistador español y la del aborigen araucano dentro de esta obra épica es de vital importancia enmarcar el perfil de ambos individuos dentro de sus sociedades y momentos históricos.
Primeramente se debe identificar al autor de
la obra de acuerdo a los registros históricos. Don Alonso de Ercilla nació en
Madrid el 7 de Agosto de 1553, ligado a la nobleza y hombre culto. Fue paje del
futuro Rey Felipe II, a quien dedicaría su obra La Araucana. Cuando el príncipe
marchó a Inglaterra a casarse con María Tudor, un joven Ercilla formó parte de
su séquito. Pero Ercilla no sólo acompañó a su príncipe en las lides del amor
sino que, producto de su época y de su ferviente deseo de aventuras al servicio
del Rey, decidió partir a las Indias.
Es
indiscutible que la Ercilla y Zúñiga fue un destacado miembro de la nobleza
española. En 1555, cuando ya había acaecido la muerte de Pedro de Valdivia en manos
araucanas, se embarcó el joven Alonso rumbo a las Indias. Salió del puerto de
San Lucár de Barrameda el 15 de Octubre. La nave capitana de la expedición
llevaba consigo a los nombrados Virrey del Perú y Gobernador de Chile, Andrés
Hurtado de Mendoza y Jerónimo de Alderete. Este último falleció en la isla de
Taboga producto de una fiebre tropical, en abril de 1556. Ese mismo año el gran
Emperador, Carlos V, abdicó a favor de su hijo Felipe II. Mientras tanto
nuestro autor siguió camino a Lima, donde permaneció hasta principio de 1557.
La primera
parte de la Araucana consta de quince cantos y se ocupa de narrar los comienzos
de la Conquista de Chile. Tiene una visión renacentista de paisaje y del hombre
americanos, Alonso de Ercilla describe las hazañas bélicas que protagonizan
españoles y araucanos, sin dudar ni un momento en alabar la valentía de los
naturales y todas las vicisitudes que debieron atravesar los conquistadores
para doblegar a la población en pos de la corona española.
Asi
como en el resto de América, la región Araucana vivía de una manera primitiva,
con un matrimonio perfecto entre su pueblo y la naturaleza. La actitud del
individuo araucano era de una total ingenuidad debido a su aislamiento con
respecto a los demás continentes previo a la llegada de los españoles, quienes
a su llegada al nuevo mundo transportaron consigo todo tipo de iniquidad
objetivándola en la población aborigen.
Esto
seria algo obvio, pues las edades cronológicas de ambos pueblos eran abismales.
Mientras en Europa brotaba la medicinal planta del renacimiento, y
particularmente en España florecía ya el siglo de oro, en América a penas se
estaba desarrollando la edad de hierro, en la que los indígenas comenzaban a
descubrir las propiedades de diversos metales, sin saber aún como emplearlos. Desde
luego, este proceso quedo inconcluso con la llegada de los conquistadores.
La
disimilitud entre la población araucana y la española se refleja claramente en
su cosmovisión. Los araucanos creían en el dios Soychu, el dios del bien al
cual no le rendían culto exterior ni ceremonias. Se cree que éste era el dios
Sol. Además tenían una divinidad maléfica que era Gualichu.
Creían que Soychu recibía a los indios después de su muerte. La principal
ceremonia religiosa consistía en una serie de rogativas, llamada ngillatum, la cual iba acompañada de
ritos, danzas y sacrificios humanos. Enterraban a sus muertos con todos sus
efectos personales y lo hacían en grutas.
Esta
cosmovisión poseía un carácter aberrante para los españoles, quienes acababan
de sufrir los duros regímenes obscurantistas medievales, pero su estado moral
permanece con los mismos parámetros dinásticos con los que absolutizaron a la
población araucana, cuya forma de estratificación y procesos políticos eran aun
parvularios, razón que facilitó la tarea de subyugación religiosa, política y
económica por parte de los europeos, pese a la dura resistencia presentada por
los indígenas durante largas décadas.
Crónicas de América
El impacto de una conquista renacentista con mentalidad medieval
El Renacimiento impulsó
a los europeos a llevar a cabo el proyecto de expansionismo que los conduciría
al Nuevo Mundo, donde se encuentran tres formas de ver la vida: la propia de
los indígenas por su cosmovisión; la renacentista que tocaba las puertas de
España, encontrando una fuerte resistencia por la mentalidad medieval que
coexistía en la sociedad peninsular de esa época.
En la Europa del siglo
XV se suscitarían importantes transformaciones ideológicas que afectarían a la
población. Estos cambios responden al paso de la Edad media hacia el
Renacimiento. Esta transición ideológica fue un proceso muy paulatino, debido
al encuentro del enfoque teocéntrico rumbo hacia el humanismo.
Mientras el resto de Europa se acopló rápidamente al
Renacimiento, España actuó de manera más hermética, adoptando algunos elementos
renacentistas, como las tecnologías en la navegación, los ideales de
expansionismo impulsados por un espíritu de aventura, y los elementos
lingüísticos que definirían al castellano como lengua oficial de España. Los
elementos medievales españoles se ven claramente reflejados en el rigor que
mantenían en sus ritos religiosos, donde se implementó la institución de la
Santa inquisición.
Tras la llegada de los
conquistadores a América colisiona una tríada ideológica compuesta primeramente
por la religiosidad medieval, la impetuosa corriente renacentista, y finalmente
la perspectiva indigenista del universo. Este agresivo encuentro se da en el
Nuevo mundo y da como resultado un fatídico porvenir al cual estarían
condenados los aborígenes por tiempo indefinido.
Según las crónicas de
Colón, los indígenas eran considerados como “hombres sin almas” que necesitaban
ser evangelizados y aceptar la nueva religión. Esto implicaba la sustitución de
sus creencias y costumbres por las nuevas leyes estipuladas por la
“civilización” española. Las crónicas de
la conquista ilustran claramente la actitud de superioridad que traían los
conquistadores con respecto de los indígenas.
“Estos
pareceres teológicos y jurídicos se apoyaban en la filosofía medieval sobre la
naturaleza del poder de la monarquía; los límites entre lo espiritual y lo
temporal, y la relación ente la cristiandad y los infieles”
según el registro de las crónicas de conquista.
Todo el conjunto de
progresos tecnológicos en los instrumentos de navegación, los primeros ideales
de globalización y las nuevas formas de literatura prosificada son elementos
propios del Renacimiento. Estos avances facilitarían el sometimiento de los
indígenas por parte de los españoles.
Entre la variedad de
riquezas descritas por el Almirante en su diario de navegación del primer
viaje, son inventariados vastísimos elementos del reino mineral, animal y
vegetal. Pero la mayor fuente de riquezas se objetivó en la fuerza de trabajo indígena, por no
constituir ningún costo para los conquistadores, esto gracias a las múltiples
ordenanzas emitidas por la corona. Entre estas ordenanzas se encuentran las
reales cédulas, los repartimientos de indios, las encomiendas y muchas otras
formas de sometimiento que generaron las enormes riquezas que goza el Viejo
mundo en la actualidad, en un rotundo contraste con la economía fallida
latinoamericana.
sábado, 3 de marzo de 2012
Crónicas de Honduras
Los
lencas: Ruptura de su propio pasado
La
historia del pueblo lenca remite al estudio de su pasado previo a la llegada de
los conquistadores. Después de este acontecimiento se marca un agresivo proceso
de ruptura entre el pasado de ésta antiquísima
etnia y el tiempo de la conquista, lo cual conducirá a los indígenas a
su actual condición de pérdida de identidad.
Diversos
aspectos deben ser estudiados para la plena comprensión de la historia
precolombina lenca. El primer aspecto apunta hacia la cosmovisión, la cual
tenían en común con los demás pueblos indígenas de la América prehispánica; sin
embargo mostraban mayores similitudes con los grupos humanos asentados en la
región mesoamericana, debido a sus avanzados sistemas de cultivo, formas de
estratificación política, rituales y otros factores que los sitúan casi en la
categoría de civilización.
Entre
los elementos característicos de la cultura lenca precolombina se encontraba
todo un sistema de costumbres
regulatorias íntimamente ligados con los procesos fisiológicos propios del ser
humano. Tales procesos eran ritualizados de diversas maneras, unas eran menos
extremas que otras, calificándolas desde el punto de vista actual. Venían desde
protocolos básicos y escalaban hasta llegar a costumbres que regirían el
comportamiento de toda esa sociedad. La obra La moral de los mitos lo revela a través de testimonios obtenidos
de tribus existentes en la actualidad:
“Esta enfermedad natural de la
mujer es una causa de enfermedad y muerte para el hombre”
De
pronto este universo paradisiaco sería brutalmente despedazado con la llegada
de los conquistadores, cuya misión principal era precisamente la de desbaratar
toda la estructura cosmológica y política de los pueblos amerindios, estando
los lencas dentro del eje destructivo de aquel huracán proveniente de tierras
lejanas.
Si
bien los lencas opusieron resistencia por mas de veinte años, al final los
españoles, superiores en armamento y experiencia bélica, instauraron su propio
régimen colonial cuyos eslabones de sometimiento confinaron a la etnia valerosa
a una adaptación de su sistema de creencias y costumbres: abandonaron el
politeísmo junto con las ceremonias en honor a la naturaleza de la cual vivían,
para adoptar la religión teocéntrica.
En
su cosmovisión incorporaron elementos teocéntricos que, conjugados con el
nahualismo, dieron a luz mitos híbridos
como el del cusuco y el tacuacín, quienes “escarbando
la tierra se encuentran por casualidad con las nubes encerradas en unas tinajas
de barro, y cuando las quebraron, liberaron las nubes y se apropiaron de ellas,
pero al darse cuenta los ángeles, capturaron al cusuco y al tacuacín y les
quitaron las nubes” según estudios de Ramón Rivas en Pueblos indígenas y Garífuna de Honduras.
En
la actualidad el pueblo lenca se enfrenta a una amenaza dual: por un lado la
inminente lucha por sobrevivir en un mundo globalizado al que no pertenece, y
que le desvaloriza por sus arcaicos medios de producción.
Por
otra parte, la constante pérdida de identidad dentro de la etnia ha alcanzado
importantes magnitudes a tal punto que se ha extinto la lengua lenca y esta
etnia continua siendo marginada por la sociedad ladina de forma generalizada.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)